Narra la historia que en el “descubrimiento de América”, participaron hombres poco deseables, incluyendo a Cristóbal Colon. Es decir, ante el temor de encontrarse con algo aterrador los marineros comunes se resistieron y la corona echó mano de quienes estaban purgando penas en las cárceles.
Y también participaron como efectivos del ejército español, precisamente por sus historiales criminales, eran los más aptos y lo probaron cometiendo toda clase de masacres a lo largo del continente americano, exactamente igual a lo que hicieron ingleses y franceses en América del Norte.
Lo que se afirma en el preámbulo no se aleja nada de lo que se ha practicado antes y en la post modernidad por las llamadas potencias como Estados Unidos y los países Europeos. Existen suficientes ejemplos, especialmente en África y el sudeste Asiático.
Por eso no es de extrañar pero si de lanzar a la cara de los invasores, las barbaries perpetradas, arrasando aldeas y caseríos enteros bajo el lema de hacer la guerra para defender la libertad de quienes son oprimidos por gobiernos no democráticos o totalitarios.
Los gringos lo hicieron en Viet Nam y no deja de ser cierto que abrían los vientres a las mujeres embarazadas, sacaban a los fetos y los asesinaban como para prevenir una venganza a futuro.
Y como no lo iban a hacer con esa saña si los soldados eran criminales sacados de las cárceles como la película aquella de “Doce al patíbulo”.
Por eso no es de extrañar que en la guerra de Irak, con alguna frecuencia se informe de cadáveres decapitados y mutilados porque los soldados reclutados entre los penales gringos son asesinos, carniceros y mercenarios, hechos por una sociedad mercantilista para que garanticen sus futuras inversiones, eliminando a cuantos se pueda y a quien se quiera.
Un ejemplo de éstos lo ofrece Guatemala donde durante 36 años de conflicto armado fueron masacrados mas de 200 mil personas, niñas, niños, mujeres, hombres.
Lo mismo puede decirse de Darfur, Sudan, Republica Democrática del Congo, El Salvador, Nicaragua, Colombia, Chile, Argentina, países donde gobernaron los impuestos por la ley de seguridad nacional de Estados Unidos mientras que en Africa y otras regiones de Asia lo hacen mercenarios y soldados europeos.
Como fondo de estas atrocidades figura la “inversión” extranjera, particularmente en minería, explotación petrolera y si los pueblos se descuidan, las hortalizas del mercantilismo mediante la compra de tierras, aquellas donde abunde el agua porque la privatización de ese recurso es lo que pretenden a corto plazo.
El 21 de abril 2008, la Agencia Efe publicaba una nota bajo el titular: “Aumenta numero de delincuentes en Fuerzas Armadas de EEUU el año pasado.
Señala el despacho: El número de reclutas con antecedentes criminales en el Ejército y el Cuerpo de Infantes de Marina de EEUU, aumentó en 2007 en relación con el año anterior, reveló hoy un informe presentado ante un comité del congreso.
Los datos presentados ante el Comité de Supervisión y Reforma del Gobierno de la Cámara de Representantes indicaron que los reclutas “aceptados” con esos antecedentes aumentaron de 249 en 2006 a 511 en 2007.
Claro que las cifras no reflejan la realidad porque así como los gobernantes mintieron acerca de las armas de destrucción masiva en Irak no hay que descartar que en éste caso hagan lo mismo.
Sigue la nota…Paralelamente, la cifra en el caso del Cuerpo de Infantes de Marina subió de 208 a 350 en 2007, indicó el informe.
Esos antecedentes criminales van desde asalto con robo a homicidio. Tambien se otorgaron excepciones a reclutas declarados culpables de proferir amenazas terroristas.
Expertos en asuntos militares indicaron que en muchos casos las excepciones fueron concedidas porque los delitos habian sido cometidos cuando los reclutas eran juveniles.
Las excepciones se utilizan de manera muy pensada y solamente después de una exhaustiva consideración, manifestó Jonathan Withington, portavoz del departamento de defensa.
Por otra parte los expertos indicaron que tambien es posible que el aumento de excepciones se haya debido a las mayores necesidades de personal planteadas por la guerra en Irak y la intervención en Afganistán.
En los últimos años tanto el ejército como el cuerpo de infantes de marina han tenido dificultades para completar las cuotas de reclutamiento.
El bajo empleo, la prolongada guerra contra el terrorismo, una disminución en la propensión a servir en las fuerzas armadas, asi como la renuencia de los padres, profesores y otros adultos de recomendar a los jóvenes a que ingresen a las fuerzas armadas, han hecho que el reclutamiento sea un verdadero desafío.
Se ha planteado la preocupación de que el importante aumento en el reclutamiento de personas con antecedentes criminales sea resultado de las presiones de la guerra en Irak sobre el aparato militar, lo cual está perjudicando la preparación.
Esperamos tener más información sobre este y otros asuntos relacionados con el guerrerismo empresarial estadounidense.
