sábado, 25 de diciembre de 2010

ARZOPISPO, SINONIMO DE ESCLAVIZANTE, EXPLOTADOR, PEDERASTA, VENDEDOR DE RELIGIÓN, COMERCIANTE DEL ESPIRITU.

Jorge Urosa Savino, es el nombre del Cardenal de Venezuela, cuya declaratoria, es la ARZOPISPO, SINONIMO DE ESCLAVIZANTE, EXPLOTADOR, PEDERASTA, VENDEDOR DE RELIGIÓN, COMERCIANTE DEL ESPIRITU.

Jorge Urosa Savino, es el nombre del Cardenal de Venezuela, cuya declaratoria, es la de un agente de la Agencia Central de Inteligencia como lo hizo, en Guatemala, Mariano Rossell y Arellano. Este personaje, miembro de la mafia religiosa, como lo pueden ver, tiene el apellido de los invasores, de los que masacraron pueblos enteros originarios, quemaron sus libros e impusieron su supuesta religión a sangre y fuego. Por eso están maldecidos. Cree este cura de pacotilla, porque el ministerio del espíritu, señor clérigo, enriquece al más débil y usted esta abiertamente parcializado al dinero que, lo obtiene, sin trabajar, que esa palabrita de comunista aun tiene efecto en la conciencia humana, pero se equivocó. Sus misas u oficios religiosos son una farsa. Hablan al humano de la pobreza y ustedes viven como ricos. Ahora, al estilo de la década de los cuarenta y sesenta, utiliza el término acuñado por Estados unidos para instaurar su política de seguridad nacional en América latina. Señor cura, no lograron apagar la llama de la sabiduría, cada alma humana tiene el conocimiento necesario para repudiarlos. Si no vea cuantos católicos han desertado de su supuesta iglesia, que han descubierto la podredumbre que hay en esa congregación. Deje los hábitos, suba a las montañas de América y verá la miseria en que pensamientos obtusos como los suyos han causado a lo largo de más de 500 años. Es un abierto agente de Estados Unidos, Europa y Judíos, que creyeron ser superiores a todos pero se tropezaron con su misma estupidez, como el nazismo. Estamos despiertos contra el consumismo, el mercantilismo, la explotación de la gente y de los recursos naturales. Somos iguales pero como ustedes abusaron de la ignorancia, ahora les toca pagar.
Pagar, hasta con su sangre porque ha sido la que derramada, los ha hecho ricos.