sábado, 20 de noviembre de 2010

DESPERTAR

Lo que pretendemos que, Sabemos no es saber porque, exclusivamente, lo atribuimos a nuestra, fíjense bien, “nuestra” personalidad. ¿Quién dijo, nuestra personalidad?
YO
Creemos como simple personalidad, en la existencia del tiempo y no investigamos esa materia, ¿materia? Sí.
Porque es una invención de la mente humana para ubicarse en el aspecto relativo del universo, de la vida, de la creación pero no se ha detenido a pensar, meditar, imaginar que sólo, existe lo absoluto, El TODO, donde vivimos y es nuestra razón de vivir, de existir. No vivimos en un mundo de la materia mal interpretada por los materialistas. Vivimos y tenemos nuestra razón de ser en un universo mental y, si no, experimentemos la confianza en lo que a diario esperamos que ocurra pero, debemos estar seguros que no es solamente éste día porque es relativo. La única realidad es que estamos, vivimos y somos en la eternidad y en ella solo puede vivir, estar, tener su razón de ser, la Eternidad, es decir, aquí y ahora. En una palabra, somos eternos y no solo mentalmente, como espíritu sino como cuerpo físico porque si lo vemos con atención y nosotros si podernos cambiar del aspecto puramente material, físico, elevando o mejor dicho, aplicando nuestra conciencia de ser uno con la realidad. Sí, preguntaremos, pero que es la realidad.
He aquí la respuesta. Si amaneces temprano, puedes descubrir la belleza única, singular, color que va desde lo negro de la transición de la oscuridad a la luz. Después tenues tonos rosados, rojizos, amarillos y blancos. Las nubes nos dan esa realidad, bajo la luz del sol del que salimos al encuentro. Puedes dar fe de esa realidad, viendo pero también sintiendo que es el producto de la creación y no de la mente humana. La mente humana está cundida de inventos que limitan tu creatividad, tu imaginación. Son inventos para que no uses tus facultades, pensar, meditar, razonar, desplegar tu capacidad deductiva e inductiva, la que deduce de lo general para encontrar la respuesta de lo particular o la que observa lo particular para entender o comprender lo general. Si lo piensa por un momento, en esto consiste la relatividad. Eso que recién mencionamos respecto a lo inductivo y deductivo es lo relativo y lo absoluto. Se le denomina en la teoría de Albert Einstein, relatividad especial y relatividad general. Puedes medir una porción del espacio universal, sabiendo por cuanto tienes que multiplicar el milímetro, centímetro, pulgada o metro, según la medida del observador, que eres tú y el objetivo que está viendo. Si te esfuerzas haciendo operaciones matemáticas, nada conseguirás. Estoy citando la observación de un físico, notable, al enunciar, como suele ser el cauto científico, que es difícil hacer la diferencia entre tiempo y espacio porque, parece ser lo mismo. Y, si mal no recuerdo fue por eso que propuso la teoría del campo unificado, la medida en kilómetros por segundo. ( ) Miguel Angel Buonarotti era un buen publicista. Para quienes no le conocen por su obra, habrá tal vez oído, que es el autor del motivo central de la cúpula de la capilla Sixtina del Vaticano. Un anciano joven, vigoroso, barbado extiendo su mano, un trecho hacia abajo. En su lado opuesto un hombre joven extendiendo su mano con el dedo índice, adelantado, haciendo contacto. Una alegoría de la mente humana que ha vendido durante siglos. Puedes ver la inteligencia funcionando, en todo lo que no ha creado la mente humana, incluso, ahí está funcionando, diríamos, en una muy baja frecuencia. Lo que no es mente humana, es inteligencia, lo que la mente humana crea es efímero, insustancial. Lo que es, se ve su presencia y contingencia en el átomo, de ella emana, como una manifestación visible, es y no es, al mismo tiempo porque así lo ha interpretado la mente humana, pero. Simplemente, Es. Lo que te han hecho creer que es científico, simplemente es la mente humana desvariando, acerca de la realidad que ellos han interpretado, a su pobre modo. Ciencia es saber que lo grande y lo pequeño son lo mismo. Todo depende del color del cristal con que se mira. La alquimia lo denomina, con reserva, polaridad. Pero, los aprovechados de la escritura, que es psicología trascendental, intentaron torcerla, a su modo, pero como son teólogos y doctores de la iglesia, no sospecharon que la verdad, yace subyacente en cada alma. No tenemos alma, somos Alma, aquí si, amigo Alejandro, comparto lo que dicen los maestros. El esqueleto del universo. Por eso, en cuanto al mundo humano no saques conclusiones porque la mente humana está confundida, esta enferma de intentar interpretar. Las conclusiones que tengas en mente no son ciertas, están condicionadas, por las circunstancias que a su vez son cambiantes, porque están fuera de ti, fuera de la única realidad. Si quieres puedes asumir el proverbio que reza. Nada hay fuera, nada hay dentro. Lo que hay dentro, hay fuera. Tenemos el idioma del invasor, la religión del invasor, la educación del invasor, la delincuencia del invasor, las enfermedades del invasor, la teología del invasor hasta la cocina, del invasor. ¿Como entonces viviendo en esa superficialidad, porque hemos estado sujetos a una historia escrita por el invasor, te convence de que esa es la realidad?
No crees que si estas vivo, eres alguien especial, único, nada ni nadie sobre ti y nadie sobre nadie. Es no solo intentarlo, es llegar a Ser.
Un intento fue de René D’escartes, al enunciar su discurso del método pero para los filósofos principiantes es bueno.
Aquí cabe como anillo al dedo un verso de una canción de Facundo Cabral que citaré aunque quizás, no sea exacta: habría que crear una escuela para desaprender lo que nos enseñaron en la escuela.

Atrevimiento: “Si estas consciente de que respiras, comienzas a despertar.

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