domingo, 11 de noviembre de 2012

ACOSO, HOSTIGAMIENTO, INFANTIL


“El amor se refiere al respeto, la libertad con responsabilidad, con límites y estructura. Valorarlo, fe, confianza, paciencia. Conocer sus necesidades. Empatía. Amor: habilidad de darle al niño la posibilidad de despertar su espíritu para después proporcionarle los medios que correspondan a este despertar”

Esta es la verdad que la educadora, con todas sus letras, dejo como enseñanza al maestro del futuro. María Montessori

Cada día, en el mundo, muere Cristo. Por abandono, olvido, desamor, violencia, hambre, guerra, todas esas palabras, impuestas por el sistema que gobierna este planeta. Criminal. Más que cada día. En cuestión de horas, muere Cristo.

Nuestros niños, lo que todos somos y hemos sido. El niño: Cristo.

El símil está en la narrativa religiosa que apunta la vida, pasión y muerte, ojo, de Jesús Cristo.

No sabemos lo que padecen los infantes a manos de sus padres. Debería crearse una procuraduría para que los niños denuncien esos padecimientos.

Cada día es una historia diferente pero con el mismo fin. Niñas y Niños, suicidándose, porque sufren abusos de sus compañeros mayores, en la escuela o el colegio. Violencia física y psicológica. Y tú, Cristo-Niño, callas. Te hundes en el miedo, la imposibilidad, el camino sin salida. Pero, solamente es porque ignoras quién eres. Eres ese Cristo, hijo del Todo, el Absoluto, con su espíritu, su mente, su poder, su sabiduría, su capacidad de ser en todo y todo en El. Despierta, niño del planeta. Eres nuestra vida y nuestro futuro. Nuestro triunfo o derrota.

Ejerce tu esencia de ser, divino, digno de los mejores regalos, deseos, sueños, juegos, diversiones, risa. Las cosas del espíritu.

Si no tuviéramos nombre, ¿como podríamos decir quienes somos? Para eso se nos dio la palabra. Yo soy. A quienes hayan leído mis escritos, aciertos y condenas, lo siguiente les parecerá repetitivo pero, solo a fuerza de la repetición, hasta la mentira puede aparentar verdad. Nosce te ipsum. Conócete a ti mismo y conocerás a Dios. Esto no es plagio sino la cita de una oración grabada en una de las columnas del templo de Delfos, Grecia. Pueden encontrar información, en Google.

Pero, parte de ese sufrimiento que te infringen quienes tampoco saben, quienes son, está en tu hogar. Tus padres escasamente te ponen atención y si tienes alguna ocurrencia, de esas sabidurías que solo la inocencia infantil puede tener, te dirán que te calles o te mandan por un tubo.

Insisto. Debes ejercer el derecho de la denuncia, porque eres un ser humano-divino. Es preciso crear esa procuraduría o, investir a una de las instancias existentes a favor del menor para que tenga esa atribución con poder para llevarla a los tribunales.

Despierta, Niño-Cristo. Eres valioso, lo más maravilloso que le puede ocurrir a un hombre y a una mujer pero, como naciste de un embarazo no deseado, o de una violación, entonces, eres un problema, una carga, algo que no quería. Vaya humano que piensa así porque ignora, quién es. La mayoría de casos es porque quien ejerce violencia contra sus hijos, sufrió lo mismo y ejerce venganza.

Tú puedes terminar con ese flagelo y, quienes son violentos con sus compañeros o sus hermanos deben someterse a la atención de un especialista. Porque tampoco son malos. Solo ignorantes pero, esa actitud los lleva a un solo destino. La enfermedad o la muerte. Enfermedad porque te alimentas de odio y muerte porque la violencia genera violencia. Quien daña a su hermano, se daña a si mismo.

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