EL DIA QUE ME QUEDÉ SIN DIOS

La tradición en la denominación católica, generalmente bajo instrucción esporádica los domingos y a veces durante algunos días festivos, se había dedicado a atender e influir, en su mayoría, a la gente adulta.

Es claro que esa tradición deviene de la España conquistadora o invasora para ser exactos y por ello, impuesta a diestra y siniestra con la espada, el arcabuz y la cruz sobre el pecho o la cabeza de los sometidos.

Durante siglos y en este caso, varias décadas, percibimos que no fue sino hasta la década de los sesenta (siglo XX), que la teocracia no había tomado muy en serio ni en cuenta a la niñez y la juventud para mantener su estatus, influencia, beneficios y privilegios a los cuales contribuimos los mansos o los mensos, que no es una ofensa sino el falto de entendimiento a quien en palabras llanas solemos llamar “tontos”.

Y era claro que mantener solamente la atención y fidelidad de los adultos no redituaba todo lo que esta forma de atontamiento perseguía mantener y aumentar por el constante alza en el costo de la vida.

Había necesidad de ampliar la base de los contribuyentes con sus limosnas o diezmos y que mejor que procurar un semillero, de modo que se empezó a convencer a los padres y madres, de la obligación que tenían de salvar a las futuras mujeres y hombres del mal,

Así numerosas niñas, niños y adolescentes empezaron a llenar los llamados templos de Dios cuyas sucursales están en casi todas las zonas no solo de la capital sino en caseríos, aldeas, municipios y departamentos.

En cada una recaudan una cantidad de dinero en metálico y papel jamás revelada y menos reportada al fisco por lo que aparentemente ignoramos su destino pero lo podemos apreciar en el Vaticano, vehículos de lujo y otros artículos, además de la sana dieta de cada uno de sus fieles mediadores.

Incurrimos en culpabilidad al haber formado parte de la avanzada para instaurar la misa de la juventud como una telaraña para atraer mas y mas jóvenes y hasta utilizamos la música rock de grupos famosos para adecuarla a letras de orientación religiosa.

Durante el escaso tiempo de esos oficios, en varios templos pudo escucharse el sonido de guitarras eléctricas, baterías, órganos o pianos eléctricos y coros, apoyando las leyendas en las cuales, la generalidad de la gente es solo un rebaño desorientado que necesita de un mediador para poder aspirar a ser reconocido por un Dios muy particular, dígase cura, clérigo, pastor, ministro o cualquier otro sinónimo relacionado.

Pero llegó el momento de cosechar el conocimiento de lo aprendido, como suelen también citar algunos mediadores que antes de constituirse como tal, también anduvieron y lo siguen haciendo pero escondidos, hasta que son sorprendidos in fraganti, en borracheras, prostitución, drogadicción y otros oficios similares pero que fueron iluminados y desde entonces cambiaron su condición de pecadores y son ahora, los mas críticos y puros, censores de la moral ajena.

Detectada la fantasía con la que han logrado amasar fortunas, bendecir armas, apoyar guerras, golpes de estado y confabulaciones o conspiraciones, contradicciones, mucha imaginación, responsables de los males que sofocan y matan a mas de mil millones de seres humanos, asisten a su disolución.

Derivado del esclarecimiento, cada día son mas y mas los humanos que se desligan de las supersticiones, debilidades impuestas como enfermedades, pecados y demás estigmas para posesionarse de su realidad. Que no dependen de curas, clérigos o pastores para vivir a plenitud, una plenitud que ahoga y aniquila esos pecados y males y que pueden tasarse en la medida que conduzcan sus instintos, apetitos, emociones, impulsos, compulsiones y otras cuestiones parecidas.

Ahora, ¿que pasa cuando se han quedado sin ese Dios inventado, aquellos que rezaban el padre nuestro o se santiguaban para supuestamente protegerse del mal que les podían causar sus enemigos o lograr sus metas, dinero, casa, carro, novia, esposa, hijos, salud, etc.?

¿Qué pasa ahora que no encuentran la necesidad de rezar un credo dirigido al mito?

¿Se sienten abandonados, solos, desamparados o encuentran realmente la razón de estar vivos por si mismos, de emprender sus propósitos a cuenta propia, desechando el castigo que se les advertía por no adorar a un ser cuya obra solamente es evidente en la naturaleza y no en milagros que se esperan?

No.

Empiezan por buscarse a si mismos, a plantearse ante la vida, ante el universo, ante el infinito que tampoco sabemos si es cierto o falso y ante sus semejantes y descubren que no hay otra realidad que ellos y su potencial, sabiduría, fortaleza, poder, para realizar y realizarse.

Aquí si, podemos apoyarnos en la frase atribuida al maestros Jesús el cristo: “la verdad os hará libres”.

Descubren que el temor que mantenían era producto de la tradición supersticiosa, jamás probable, jamás vista, jamás existida.



Y si de dar razón tenemos, entonces apelamos al maestro Aristóteles que en el pórtico de la Academia, de la que debiera existir miles y miles en todo el mundo, sentenció: NOSCE TE IPSUM

Comprendemos la paz de Amado Nervo: “Porque yo fui el arquitecto de mi propio destino, Vida nada me debes, Vida, estamos en Paz.


SEGUNDA PARTE EL DIA QUE ME QUEDE SIN DIOS

La primera parte de esta historia fue escrita el martes 27 de febrero 2007 después de meditar y experimentar eso que compartimos.

Para muchos, el agregado que entregamos en esta ocasión, es decir, miércoles 28, sería una coincidencia, lo que no está alejado de una realidad que muchos, muchísimos no comprendemos.
Pero para variar, solo para variar, recurrimos al auxilio más cercano que sería establecer el origen del verbo coincidir.

COINCIDIR: este verbo en su modo intransitivo puede explicarse asi: Ajustarse una
cosa con otra: el tamaño de las cajas coincide.

Estar de acuerdo: todos coincidimos en esa opinión.

Ocurrir dos o más cosas a un mismo tiempo. Se construye con la preposición con: tu viaje coincide con mi boda.

Encontrarse simultánea y casualmente varias personas en el mismo lugar: coincidí con ella en el estreno de tu película.

Que quede claro que cuando usted lea cualquier cosa, no está demás centrar la atención en las palabras porque en ellas está el puente de la comprensión de cualquier expresión oral o escrita.

Y si es acucioso, notará que en la ultima conceptuación de coincidencia se menciona la palabra casualidad que para unos no existe sino es una confusión con la palabra causalidad, de causa pero para otros es un principio o ley que no conocemos.

Decía que el agregado de esta ocasión coincidió con una nota de la agencia de noticias efe fechada en Berlin, Alemania, este dia 28 de febrero 07.

El titular: Ex Musulmanes alemanes declaran la muerte de Dios y abjuran o reniegan del islam.

En el contenido, se informa que: un grupo de antiguos musulmanes residentes en Alemania declaró hoy la “muerte de Dios”, siguiendo la expresión acuñada por el filosofo Frederick Nietszche, y abjuraron públicamente del Islam en el marco de una campaña apoyada por la Fundación Giordano Bruno.

Antes de continuar les cuento que Giordano Bruno como la mayoría de científicos abiertos a las imposibilidades fue clérigo católico, alquimista y por ello perseguido y llevado a la hoguera por los que ahora siguen o creen seguir gobernando la voluntad humana.

Hay amplia información de este personaje en la Internet por si usted se anima a investigar y escudriñar acerca de su pensamiento, causa de la persecución y de su muerte.

Sigue la cita del despacho de Efe: “como dijo Nietszche, Dios ha muerto y es una alegría asumir la responsabilidad por nosotros mismos, dijo la escritora Arzu Toker, vicepresidenta de una nueva organización llamada Consejo Central de los ex Musulmanes.
“Me declaro fuera del Islam porque es misógino y convierte a las mujeres en objetos y a los hombres en enloquecidas maquinas de guerra”, agregó Toker.

En el marco de la campaña, cerca de 120 personas han abjurado en Alemania de la fe Islámica y parte de ellos lo ha hecho públicamente, haciéndose fotografiar para una hoja volante titulada “Hemos abjurado”.

El despacho agrega a manera de aclaración que, “Según la ley islámica, las personas que abandonan esta religión pueden ser condenadas a muerte. La organización alemana repartió hoy la copia de una fatua en la que se indicaba que a un hombmre que había dejado la fe debía llamársele al arrepentimiento y si no se arrepentía, debía ser ejecutado de acuerdo a la Sharia.
Toker sin embargo dijo que, probablemente, ni a ella ni a la presidenta de la organización, Mina Ahadi, se les ejecutaría porque ciertas corrientes Islámicas consideran que la mujer es un ser inferior que ni siquiera es digno de la pena de muerte.
Añade que, estableciendo una analogía con el cristianismo, Schmidt Salomón, presidente de la fundación Giordano Bruno dijo que: “Es importante que se produzca una crítica fuerte al Islam por parte de los apostatas, porque solo así se podían terminar fortaleciendo las tendencias reformistas dentro de los Musulmanes.