viernes, 28 de octubre de 2011

ELECCIONES GUATEMALA III

Previendo el año electoral 2011, Otto Pérez Molina se decidió a bloquear los fondos del presupuesto, no le importó a que estaban destinados, solo para desgastar al gobierno o desgobierno de la Une, el asunto como se lo ha enseñado la política, el refugio de criminales, delincuentes de cuello blanco, genocidas, asesinos, estafadores, como lo revelan los 82 millones de quetzales del congreso de los diputados ha sido aparentar ante los ojos desinformados, opacados por la miseria, hambruna, violencia que fomentan los grupos de poder, analfabetismo, insalubridad, desempleo, del guatemalteco que desesperado se olvida que lo mismo ofreció Colom, su antecesor, su antecesor, su antecesor, su antecesor. Fueron derribados gobiernos dictatoriales y cuando Guatemala empezaba a ver el alba de una democracia real, surgió la mano criminal de la Cia, de Estados Unidos, del departamento de estado, su embajador y cómplices de la iglesia católica como Mariano Rosell y Arellano y militares como Carlos Castillo Armas y pseudo profesionales como Mario Sandoval Alarcón y toda la nómina de los agroexportadores de esa época. Maniataron las aspiraciones del pueblo Guatemalteco, el real, el que trabaja de sol a sol, bajo la lluvia, sin seguro social, explotado, sometido, perseguido, reprimido, ganando salarios de hambre. Pero no mataron el espíritu humano que ahora clama justicia y Bienaventurados los sedientos de justicia porque de ella serán saciados. Este general de a saber cuantas estrellas, formado en las huestes estadounidenses y su cómplice, pseudo política, obligaron a desaprobar el presupuesto 2011 e impusieron candados al anterior. Castigó al pueblo guatemalteco la tormenta Agatha el 27 de mayo 2010 y su promesa para el cambio se ha visto reflejada en la falta de medicamentos para los pacientes de la red hospitalaria, el incumplimiento en el aumento salarial del magisterio y personal de salud, en la paralización del ciclo escolar, en las escuelas dañadas por las inundaciones de Agatha al igual que carreteras, viviendas, cultivos, obstruyendo el presupuesto que en lugar de bloquear deberían haber auditado en forma externa contratando los servicios de honestas empresas del ramo pero no, hicieron política y se babosearon no al pueblo sino a ese millón que ha votado por su partido y sus desmanes. El objetivo ha sido llegar a la presidencia, para obtener millones por su sacrificio como representante de la unidad nacional. Como el militar que es Otto Pérez Molin, me hace recordar una frase popular celebre de los huelguistas de dolores de la década de los sesenta, “no hay que militarizar a los civiles sino civilizar a los militares”
Llegó el temporal de octubre, aumentó y agravó los destrozos que provocó Agatha y, su compromiso con el pueblo de Guatemala acerca del cambio, está a ojos vista. No hay dinero para reconstrucción en tanto, sus patrocinadores, el Cacif y otros menores, demandan carreteras en buen estado porque están perdiendo millones de quetzales, una actitud muy conocida desde la invasión estadounidense de julio 1954.
Favorecen a su patrocinado en el congreso para derrocar técnicamente mediante elecciones democráticas al gobierno instituido desde las urnas en la última elección en la que resultó segundón.
Viene Elecciones Guatemala III…

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