domingo, 23 de octubre de 2011

ELECCIONES GUATEMALA PARTE II

Los programas sociales no son nada nuevo en Guatemala, aseveró el presidenciable Otto Pérez Molina, el mismo cuya bancada en el congreso de la republica, con su jefe de bancada, la vendedora de anuncio, ROzana Baldetti, bloquearon en el presupuesto nacional 2010 y limitaron a la administración pública, aplicarlo pero la intención ha sido preveer tener fondos si ganaban el poder. Bloqueó con su bancada la ampliación del presupuesto destinado al sistema hospitalario bajo el supuesto que esos fondos serían utilizados para la campaña electoral de la Une, bloquearon el programa mi familia progresa y pusieron en tela de duda la honorabilidad de la responsable de sacarlos adelante, Sandra Torres, citándola y amenazaron con interpelarla solo para garantizar su participación en la campaña electoral anticipada en que incurrieron. Es una desvergüenza que no es extraño en un militar formado en la escuela de las Américas de Estados Unidos. De Estadista ni el nombre, solo sigue instrucciones del poder económico que siempre se opone al bienestar del pueblo Guatemalteco para mantener su statuos quo, explotando la mano de obra y por eso han insistido en el salario mínimo por productividad porque su empeño como ha sido la tradición de la empresa privada latinoamericana, de mantener las cosas como están, es decir, pobreza, ignorancia, insalubridad porque siempre serán temas o argumentos de campaña electoral, siguiendo las instrucciones del mandamás, Estados Unidos. Y como siempre han engañado a los incautos pero eso, señor Pérez Molina, se les acabó. Ya no babosean a la gente con mano dura, típico de los incapaces regímenes militaristas de los cuales, el continente latinoamericano tiene una experiencia frustrante. Ha hablado de la desnutrición y bloquearon el programa de asistencia a las comunidades afectadas del corredor de la hambruna. Dice tener un plan emergente desde un presidente que entiende que el gobernante debe estar en las instituciones para exigirles principios doctrinarios, cuando lo único que han lucido a lo largo de la campaña electoral, es violando la ley electora, con campaña electoral anticipada. Aquí no engaña a nadie señor Molina quien habla de la legalidad, imponiendo candados, acusando de intentos de malversación a quienes han estado gobernando. Habla de una fuerza de tarea como se ha estilizado en los ejércitos represivos, institucionalizado, es decir, legalizado desde el estado que ellos quieren dominar, para satisfacer las ambiciones de sus mandamases, sus patrocinadores, la empresa privada organizada o sea, el crimen organizado. Como militar tiene la experiencia en el abuso, las masacres, la anulación de la voluntad humana, vinculando a las comunidades con la insurrección que está argumentada en los vicios militaristas al amparo de la ley de seguridad nacional, dictada por estados unidos. De donde salieron los millones de dólares invertidos en su campaña electoral que sobre pasa el monto de numerosos presupuestos de determinados programas sociales, a lo largo de la historia desde 1985, cuando se pensó que Vinicio Cerezo, cambiaría la historia de miseria inducida por el poder económico, militar y político a la que han sujetado a los Guatemaltecos. ¿Quienes son los responsables?
Respecto al control de las cárceles, donde supuestamente hay sistemas de control, acaso la experiencia no la tiene los militares, para burlarlos, solo para conseguir sus fines de enriquecimiento. ¿Cuándo, señor Molina, se pudo pensar en militares empresarios, mientras, supuestamente, estaban al servicio de la soberanía nacional, sino ha sido porque han obedecido a los mandatos de su regidor, el ejército de Estados Unidos?.

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