sábado, 22 de octubre de 2011

ELECCIONES GUATEMALA

Una publicista y un militar. Una dupleta, que desde su frustrada primera intentona de alcanzar el poder en 2077 se exhibió como agresor de las aspiraciones sociales. Durante el régimen del supuesto social demócrata Alvaro Colom Caballeros, este partido de pacotilla, plegado y representativo del pseudo poder económico se opuso a programas destinados a rescatar a millones de guatemaltecos de la pobreza, el hambre, que no es exclusivo de la organización política que los llevó al poder, la Une, sino una exigencia histórica como lo revela el programa de las naciones unidas sobre las metas del milenio. Frenaron el presupuesto general de gastos de la nación 2010 y la administración pública tuvo que trabajar limitada porque, además, le impusieron los famosos candados bajo el supuesto de prevenir el uso de recursos del estado en la campaña electoral 2011. Pero la realidad era otra y ahora se ha vuelto contra ese militar que lo único que representa en la dolorosa historia de genocidio perpetrada en Guatemala. Lo que estaban previniendo era contar, si llegaban al poder con los recursos para enriquecerse porque la publicista es ambiciosa al igual que el chafarote. En el transcurso de la historia del militarismo en América latina, él participó de los planes contra insurgentes denotado por la persecución de líderes políticos de izquierda y progresistas pero como sabía que estaba en el ojo de los activistas humanitarios para llevarlo ante la justicia ha buscado el mecanismo de la impunidad que es obtener la inmunidad siendo funcionario público, como lo hizo Vinicio Cerezo que buscó la sombra del Parlamento Centroamericano y diputaciones para escapar de la ley. La publicista, mejor dijo, la vendedora de anuncios para radio y televisión y el militar, atacaron los programas sociales de la bolsa solidaria y mi familia progresa, defendiendo los intereses del capital económico, la derecha tradicional representada por el Cacif y la Cámara de comercio, enemigos del bienestar de la clase trabajadora y por eso se han empeñado en bloquear el salario mínimo, alegando el cierre de empresas y el desempleo o mejor dicho, amenazando constantemente la economía de la población. Pero su estrategia se ha vuelto contra ellos y ahora, intentan convencer a los electores de que mejorarán los programas sociales, prometiendo transparencia. Si no han sido transparentes, absteniéndose de ejercer campaña electoral anticipada, ¿que se puede esperar si en dado caso, alcanzan el poder?
La mano dura no será contra el crimen organizado sino contra el pueblo que aspira a una mejor educación, servicios hospitalarios garantizados, empleo, paz mental pero su propaganda lo único que hace es encender los ánimos contra quienes han hecho labor social. El crimen organizado los está apoyando y es el que se opone a una reforma fiscal en que, por primera vez, en la historia de estos países, tendrían que pagar lo que realmente deben, los empresarios privados, los que fomentan el contrabando y la evasión fiscal, los golpes de estado, las desapariciones forzadas, los atentados contra la organización de los trabajadores que, a propósito, la justicia no ha investigado. Decenas de dirigentes laborales, asesinados y a todo esto, el silencio cómplice de los organismos internacionales y localmente, los operadores de justicia. Como ha ocurrido en Colombia, donde la bananera Chiquita Brands en complicidad con las llamadas autodefensa unidas de Colombia, mandó a eliminar a los principales sindicalistas, dirigentes estudiantiles y de los trabajadores. Y la justicia, en lugar de llevarlos al banquillo de los acusados, de los criminales, de los asesinos, homicidas y genocidas, los ha protegido con fallos que impusieron el pago de multas. En esta práctica está involucrada la justicia, entre comillas, estadounidense, como lo hizo con Hallyburton del ex vicepresidente Cheyney y las empresas privadas de seguridad que han mantenido activos a grupos de mercenarios en Irak, Afganistán y Paquistán, favoreciendo el expansionismo del crimen organizado o sea, la empresa privada mundial encabezada por banqueros, industriales, comerciantes, contrabandistas de armas, explotadores de riquezas naturales de países africanos, sudasiaticos y latinoamericanos. Un ejemplo de lo que esperaría a Guatemala es la valla publicitaria de la vendedora de anuncios, donde figura con un pañuelo, en el cuello, supuestamente representativo de ideas indígenas, color rojo, que fue el distintivo del intento de golpe de estado contra Vinicio Cerezo el 11 de mayo de 1989.
Seguiremos desnudando a los criminales que se han escondido en la política para gozar de impunidad, apoyados en la empresa privada organizada o lo que es igual, la mafia mundial a la que le llegó la hora de pagar por las masacres de niñas, niños, mujeres, ancianas, ancianos y jóvenes de los pueblos originarios y de quienes con ellos han sido solidarios.

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