viernes, 2 de febrero de 2007

Quien lo diria

Si nos atenemos a la teoría, sí “TEORÍA”, de la evolución, podemos imaginar los primeros pasos de la sociedad mundial, actual, si no es, como afirman los autores del realismo fantástico, que antes de esta hubo, al menos doce civilizaciones que sucumbieron en el planeta, al hombre de las cavernas, sin utensilios y sin fuego, viviendo solo algunas horas de luz y por las noches encerrados y tal vez, mas de un loco, contemplado el firmamento, con intenciones no solo humanas sino hasta científicas para explicarse la existencia.
Y así, la historia transcurriendo desde la era cuaternaria en que supuestamente brotó la vida humana hasta este siglo veintiuno, un desarrollo planificado para que los habitantes del planeta viviéramos cada vez mejor, con armas, herramientas, agricultura, ganadería, urbanismo y tecnología, viajes espaciales, satélites, internet.

La mejora era circunstancial pues si contemplamos lo que ocurre en el planeta azul en estos tiempo, afloró el temor no porque haga falta alguna letra al desarrollo sino porque ese se ha vuelto contra nosotros.

Contaminación, baja en la producción agrícola, extinción de especies animales y vegetales, enfermedades, migraciones, guerras, conflictos internos, muertes por violencia y accidentes en carreteras y ciudades, hambruna, pobreza, niños sin hogar, etc., reflejan el extraordinario desarrollo del ser humano sobre la faz de la tierra.

Ese mismo desarrollo o imitación desarrollo es el causante de la reducción de las masas de agua, de bosques, rios, del deshielo en los polos, severos fenómenos climáticos y estos últimos estimulados por el calentamiento global, en fin, pareciera el quinto jinete del Apocalipsis, una aterradora profecía que como se ve no tiene nada que ver con el concepto divino sino simplemente con la ambición humana que, bien puede constatar que esa ambición rompe el saco.

Y quien lo diría, en ese panorama espléndido, claro, artificialmente, el pasado uno de febrero un apagón en varios países de Europa pues los aparatos que funcionan con energía eléctrica contribuyen al aumento del calentamiento global.
Ciudades notables como Paris, Madrid, Bélgica, Holanda e Italia, decidieron sumarse a la exhortativa que realizaron los miembros de la organización Alianza por el planeta, de francia.

A todo esto, el mayor generador de gases contaminantes, Estados Unidos, se niega a acatar el protocolo de kyoto que surgió en el marco de las Naciones Unidas sobre el cambio climático en 1992 y que firmaron los países industrializados el 11 de Diciembre de 1997.

Según las administraciones de los Republicanos, no acatan el protocolo que ordena la reducción de gases contaminantes hasta en un cinco por ciento porque provocaría millonarias pérdidas a su industria.

Los industrializados lanzan enormes cantidades de gases como Carbono (co2), Metano, CH4, Oxido nitroso, N2O y gases industriales como Hidrofluorocarbonos, perfluorocarbonos, hexafloruro de azufre. En la generación de la masa contaminante están las compañías petroleras que estaba obligadas a una reconversión industrial y bajar la emanación de tales gases.

De modo que los países en desarrollo que en realidad siguen siendo subdesarrollados por los índices de falta de satisfactores básicos, infraestructura y servicios, tendrían que prevenir que la explotación petrolera en sus territorios esté amarrada al protocolo.
De lo contrario, como manifiesta la ambición desmedida de ciertos grupos sociales, pasarán a formar parte de las áreas contaminadas y de mayor vulnerabilidad al cambio climático.

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