martes, 10 de julio de 2007

AMENAZA: VEHÍCULOS O HAMBRUNA

La franja del territorio Guatemalteco, desde Escuintla hasta San Marcos, según algunas observaciones técnicas fue propicia para el cultivo de importantes alimentos en cantidades que podían surtir no solo el mercado nacional sino el de muchas otras sociedades.

Pero el comercio de tierras desde la década de los años cincuenta en el siglo pasado, primero favoreció la tala inmisericorde de especies propias del clima costero, como el conacaste, el chichipate, matilisgüate que a estas alturas del siglo XXI es difícil encontrar y posiblemente ya se extinguieron.

Esa franja fue devastada para , supuestamente propiciar el desarrollo del país favoreciendo el cultivo de algodón, una actividad que en su tiempo contribuyó a la contaminación de ríos porque los aviones fumigadores contra las plagas utilizaban el mal recordado DDT que terminó siendo prohibido.

El cultivo del algodón duró, relativamente poco tiempo, en nuestro país, colapso provocado por la elaboración de fibras sintéticas a partir del petróleo. Pero, la deforestación no fue revertida, sino continuó favoreciendo la explotación de las tierras, esta vez para la caña de azúcar y la ganadería.

El desarrollo llegó a departamentos como Suchitepequez que aun en algunos años de la década de los sesenta era conocido como la tierra del venado y actualmente no se Ve- nada.

Ahora la amenaza para mas desarrollo o sea, mas tierra arrasada para cultivos que incidirán en el hambre, es directa según despacho de la agencia Efe, al referir que la Comisión Europea empujará a los países en desarrollo a “aprovechar” la oportunidad de crecimiento que ofrece la creciente industria del bio combustible.

Solo para tomar un ejemplo dramático de lo que ocurre con esa flamante idea que solo se podía ocurrir a los europeos, es decir, a quienes creen que tienen el poder de mandar donde quieran y a quien quieran, está el cultivo de Soja en la república Argentina.

Desde 1997, el uso de soja genéticamente modificada con patente de la transnacional Monsanto, condujo a la concentración de tierras en manos de unos pocos terratenientes y se extendieron las áreas de cultivo y con ello una degradación brutal de los suelos por la cantidad de pesticidas que se deben aplicar, pero, en Estados Unidos además de tener reducida extensión de campos agrícolas de soja, quienes se dedican al cultivo son subsidiados, lo que no ocurre en América Latina.

Hasta no hace muchos meses, a inicios de este 2007, por cierto, se contabilizaban 150 mil agricultores desplazados de esa ocupación en Argentina. Ah....pero el efecto tan esperado y abundantemente publicitado refiere la cantidad de biocombustible que se produce con ese grano para beneficiar el parque vehicular de América del Norte y varios países Europeos.

Producto de ese monocultivo en el país suramericano tenemos que ya no se trabaja ni cultiva para subsistencia productos como la leche, el arroz, maíz, papas, lentejas, etc..

Si usted amigo lector quiere conocer más acerca de éste tema, puede navegar por la internet y buscar datos como los que a continuación citamos y que corresponden a un aporte de: Miguel A. Altieri, Profesor de la Universidad de California en Berkeley
Eric Holt-Gimenez, Director Ejecutivo, "Food First", Oakland, publicado por la Agencia Latinoamericana de Información – ALAI

“Destinar toda la producción actual de maíz y soja de EE UU para la producción de biocombustibles sólo satisfaría el 12% de nuestra demanda de gasolina y el 6% de diesel. El total del área de EE UU para plantaciones alcanza 625.000 millas cuadradas. Para sustituir el consumo de petróleo de EE UU por biocombustible serían necesarias 1.4 millones de millas cuadradas para etanol de maíz y 8.8 millones de millas cuadradas de soja para biodiesel. Se estima que los biocombustibles van a transformar los estados de Iowa y Dakota del Sur en importadores de maíz hacia el 2008”.

Claro que a decir de la comisión Europea por intermedio del comisario Louis Michel y la de relaciones exteriores, Benita Ferrero Waldner, las zonas mas pobres necesitan de inversión extranjera por ejemplo de la Unión Europea, es decir, adquirir tierras para el monocultivo, para poder desarrollar las tecnologías que les permitan explotar de forma eficaz y sostenible esa industria.

Usted y yo sabemos que eso solo son promesas porque 500 años de sometimiento, explotación, condicionamientos, endeudamiento, son suficiente lección para no dejarse sorprender ni esclavizar con promesas de espejitos como hizo Cristóbal Colon cuya historia personal no es compatible con lo investigado por connotados historiadores.

A la luz del presente siglo XXI, año 2007, transcurrido mas o menos un año de platicas y rondas, etc., para la firma de un eventual acuerdo de asociación Comercial con la Unión Europea, solo para que usted tenga una idea, el viejo continente no quiso hablar de un tratado de libre comercio sino de un “acuerdo de asociación comercial”.

Lo condicionó a la famosa integración de Centroamérica, propósito que deviene desde 1960 y a lo largo de 47 años nunca funcionó ni ha funcionado y para que nos demos cuenta de los “nobles propósitos” que animan a los europeos hacia los países no pobres sino empobrecidos por sus políticas económicas y si no ahí esta el leonino grupo consultivo o club de Paris, en el seno de la ronda de Doha, en el seno de la Organización Mundial de Comercio, no quiere dejar de subsidiar a sus agricultores, lo que es una INCONGRUENCIA con los compromisos en el seno de la Omc.

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