martes, 28 de agosto de 2007

Tomemos agua....no embotellada II

Un elemento que de básico, fundamental, imprescindible, necesario ha pasado para los comerciantes, a ser un artículo “exótico”.

Figura desde hace meses en escaparates y cartas de hoteles y restaurantes españoles con atractivos rótulos que citan los lugares desde donde el vital líquido es explotado e importado, es decir, donde los empresarios tendrían sus propios pozos o manantiales adquiridos vaya usted a saber de que forma.

No está lejos que con la ambición reinante en Latinoamérica, encuentren un buen feudo entre diputados y ediles, ansiosos de tener no una pequeña sino buena fortuna ya no en dólares que está devaluado sino en euros.

También están metidos en el nuevo negocio los balearios y gimnasios para la elite.

Diversos medios, artículos y comentarios publicados en la Web dan cuenta de cómo, el negocio del agua embotellada atraviesa un momento muy dulce en ese país, donde cada vez son mas los restaurantes, bares y tiendas de alimentación que ofrecen a sus clientes botellines que encierran lluvia de Tasmania o líquido de un manantial de Canadá.

En Guatemala habría que investigar con profundidad, tanto altruismo de organizaciones no gubernamentales españolas que, precisamente trabajan en varios de los departamentos del país, especialmente donde abunda el agua como el Quiché, Sololá, Huehuetenango y Alta Verapaz.

Seguimos...

Las notas comentan que la gran variedad de aguas que se distribuyen en España,. procedentes de los cinco continentes ha hecho que algunos establecimientos hosteleros y escuelas de cocina organicen catas en las que expertos enseñan a diferencias las propiedades de un líquido que, según aseguran, tiene cuerpo y sabor.

Claro que este negocio está generando, pues destinada para “las altas esferas, el glomour, las estrellas y los millonarios, cada botellin se cotiza hasta en 70 euros.

Mientras, 1,100 millones de personas en todo el planeta carecen de ese líquido que ha sido arrollado por los endulcolorantes y saborizantes artificialesm, 2,600 millones carecen de instalaciones sanitarias adecuadas por lo que 1 millon 800 mil niños mueren anualmente por dichas causas.

Otros datos...

Los niños del mundo perdieron 443 millones de días escolares por enfermedades vinculadas al agua o porque tienen que ir a buscar agua adonde fuera para sus familias.
Una persona necesita un mínimo de 20 litros de agua diaria para beber y asearse. 1.100 millones tienen sólo 5 litros, y además, son de agua contaminada. Un europeo gasta por día 200 a 300 litros, y un estadounidense, 575 litros. En Inglaterra, el habitante promedio usa sólo en el depósito del inodoro 50 litros de agua diaria.

Esta critica y condenable situación la explicó Bernardo Kliksberg Economista Asesor principal del pnud para Latinoamérica.

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