viernes, 10 de agosto de 2007

Viajar en el tiempo

Para “no incurrir”, en algún artículo nos referimos al Neozelandés Peter Lynds, un estudiante de física quien sugirió que: es necesario revisar todos los valores establecidos por la física en relación con el tiempo.

En Palabras del traductor Eduardo Martínez, con autorización de Lynds, agrega que: esto supone terminar con ancestrales presunciones sobre el tiempo y las magnitudes físicas, incluyendo la relativa posición de los cuerpos en el espacio.

Después de citar a Zenón y Newton y ofrecernos como ejemplo una tasa en un escritorio de modo relativo, el que usted puede consultar accediendo a la página de Tendencias 21, posiblemente el archivo pues fue publicado el 10 de Agosto 2003, según Lynds, no existe un cuerpo que esté durante un instante completamente quieto en la naturaleza, por lo que ese instante de quietud es algo enteramente subjetivo que proyectamos al mundo que nos rodea. En otras palabras, es un producto de la función cerebral y de la conciencia.

Recurrimos ahora a un pensador, profesor y por un tiempo miembro de una organización teosófica y después de su muerte en 1986, existe una fundación que lleva su nombre, nos referimos a Jiddu Krishnamurti, nacido en Madras, India quien acerca del tiempo asentó que:

“ Mañana es solo la búsqueda de placer, el miedo o el sufrimiento lo que inventa el mañana. Psicológicamente, el mañana en realidad no existe, pero el cerebro, la mente ha inventado el tiempo”.

En otras ocasiones solía decir:

“el tiempo es un invento de la mente para no estar en el presente. Dicen que no hay ni pasado ni futuro, solo aquí y ahora, los dos juntos.Hay quien piensa que vivir única y exclusivamente en el ahora es algo que no es fácil de hacer puesto que eso significa la destrucción de la mente y esta intenta siempre sobrevivir a costa de, incluso, nosotros mismos”.

Todo esto sale a propósito de un artículo publicado el 7 de Agosto 2007 por la BBC de Londres con el titular de: El sueño de viajar en el tiempo.

Cita al científico estadounidense Ronald Mallet de la Universidad de Connecticut. que en un libro documenta, dice, sus esfuerzos por construir una máquina como la narrada por H. G. Wells.

Toma como inicio de esta aventura que sin duda sería extraordinaria, el efecto emocional que le causó a los diez años de edad, la muerte de su padre y encontró en la ciencia ficción, cierto consuelo.

La idea de construir una máquina para cuyo financiamiento Mallet ha empezado a buscar fuentes, surge de la teoría de que grandes objetos como estrellas y planetas, pueden curvar el tiempo y el espacio, incluso la luz con su energía.

Se propone construir un anillo láser poderoso en extremo, introduciendo en el centro del vórtice que crearía, algún tipo de materia, incluso un ser humano y presume que se podría lograr el desplazamiento hacia delante o hacia atrás, en el tiempo.
Esta idea no es nueva porque el fisico Paul Davies, en 2001 publicó un libro sobre cómo construir una máquina del tiempo a partir de los agujeros de gusano. El 26 de Julio 2005, Tendencias 21 publicaba: “Resuelta una de las mayores dificultades para viajar en el tiempo” .

Se refería al científico israelí Amos Ori quien aseveró que un campo de gravedad puede sustituir a los agujeros de gusano como túnel espacio temporal
Davies considera que la aportación de Amos Ori contribuirá a conseguir el viejo sueño humano de viajar al pasado o al futuro.

En este punto es donde encuentro contradicción pues el simple ejercicio de establecernos en el “aquí y ahora”, proporciona una sensación no de vacío sino de tranquilidad y paz interior.

Es algo así como “estar concentrado mentalmente” y muchos coincidirán en que en desde esa perspectiva humana, las mas de las veces, afirmamos que no sentimos el paso del tiempo.

El objetivo de construir una máquina para viajar en el tiempo del físico Ronald Mallet tiene como sustento intentar cambiar el pasado ante la muerte de su señor padre, para prevenirlo de lo que iba a pasar y salvar su vida, según afirma.

No obstante aunque no podamos cambiar nada del pasado utilizando solamente la memoria es una de las facultades que nos constituyen y que solemos calificar como recuerdos.

Prácticamente constituye un viaje al pasado o si queremos al futuro que, aunque no existan en el aquí y ahora como citan algunos físicos y filosofos.

Locura:

2
E=MC

Me pregunto como esta fórmula enunciada por Einstein es interpretada solo como un elemento del universo suponiendo que estamos fuera de él y no se cumple en cada ser vivo.

Si la energía, según Einstein es igual a la Masa por Velocidad de la luz al cuadrado, tendría que cumplirse en nos.
Recurrimos para explicarnos a las conceptos técnicos que señalan que energía tiene diversas acepciones y definiciones, a saber:

Física: capacidad para realizar un trabajo y producir cambios.

Tecnología y Economía: recurso natural y su uso

En cuanto a masa, el concepto común es: la medida de cuánta materia hay en un objeto o un cuerpo.

Velocidad: la magnitud que expresa la variación de posición de un objeto en función de la distancia recorrida en la unidad de tiempo.

Esto es en física y la medición de la velocidad de la luz la realizó el astrónomo Danés Ole Roemer con base en la variación de posición en la que aparecía en su movimiento de traslación la luna Io de Júpiter. Después de sus observaciones con relación al tiempo medido desde la tierra, la ubicó en 186 mil millas por segundo o sea, redondeando, 300 mil kilómetros por segundo. (Hay información On Line al respecto).

Me pregunto: Como se manifiesta la energía en el cuerpo humano y la velocidad de la luz al cuadrado?.

Locura:

Se me antoja que la velocidad de la luz al cuadrado en un cuerpo humano sería mas o menos como la velocidad del pensamiento que como tema, algunos lo califican como imaginación atenida a impulsos nerviosos.

Pero algunos escritos orientales afirman que “el pensamiento” es una cosa aunque no detectable pero que se asemeja al vapor que emana de una tetera con agua hirviendo en una hornilla.

Todo esto suponiendo que las investigaciones “científicas” tengan algún grado de certeza pues como reza un refrán, no muy usado por cierto: “toda verdad es media verdad”.

De modo que si el la velocidad del pensamiento sería la traducción de la velocidad de la luz al cuadrado, la forma de viajar en “el tiempo” podría estar en nosotros.

Sabrán algo de éstos algunos viejos monjes Tibetanos?

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