Hay tantas teorías como seres humanos sobre el planeta tierra, respecto al origen de la vida y sus manifestaciones y entre ellas, por ejemplo, el precepto religioso de que el creador vive en cada uno es similar al concepto de credos orientales de que en cada ser está contenido el universo. Ser uno con el universo de los monjes tibetanos es semejante a las palabras atribuidas al Jesús cristo: “Mi Padre y yo somos uno”.
Y entre los Yoga y los estudiosos de los principios atribuidos a Hermes Trismegisto, aquello de que Mientras que todo está en EL TODO, es igualmente cierto que EL TODO está en todo.
Pero a que viene este palabrerío?
Vamos por partes, cuando usted hace filosofía, es decir, se plantea el papel que desempeña en la vida y qué somos en la vida, que los pueblos indígenas mayas denomina su “COSMOVISIÓN”, notará que vive en un universo que es parte suya, que estamos cobijados en él y desde luego que tenemos un espacio en él y de todo lo que ahí existe, estrellas, planetas, galaxias, constelaciones y satélites.
Pero como simples espectadores conocemos de la exploración espacial, sus accidentes, sus logros e investigaciones y proyectos en los que los rusos fueron pioneros, después los gringos y hasta hace poco, los europeos y en esa ruta van los chinos.
Nos asombra el arribo del hombre a la luna con aquello de un pequeño paso para ese hombre pero un salto para la humanidad pero lejos hemos estado de adivinar las ambiciones de los pocos de siempre de adjudicarse títulos de propiedad.
Y en esto hay reclamaciones como sucede con los Europeos según lo manifestaron representantes en el coloquio “Política espacial y soberanía Europea organizado por Paneurope en Toulouse, el 17 de noviembre 2006.
Según los argumentos, Francia, Alemania, Italia, España, Bélgica y Luxemburgo deberían tomar la iniciativa europea en el tema espacial, que corre el riesgo de convertir a la Unión en un enano geopolítico y promover la creación de un consejo europeo de jefes de estado para el espacio que impulse y amplíe los programas espaciales actuales y ponga las condiciones para que Europa llegue a la Luna y a Marte.
En el otro lado de la moneda, el gobierno de Estados Unidos, según decisiones de la Casa Blanca, asientan su derecho al dominio del espacio y a eliminar a todos los que supongan una amenaza o meramente una competencia en este campo.
Un sabio diría: “no subas tanto que quemes el cielo y no bajes tanto que destruyas la tierra”.
Cabe preguntar: Que derecho tiene entonces el resto de terrícolas sobre el espacio y en lo que está contenido en él? Y, quien lo toma en cuenta, antes de declararse propietarios exclusivos?
El atrevimiento va mas allá según lo revela un despacho de la agencia de noticias AFP cuyo titular dice: “Los israelíes ya tienen el 10% de la luna”.
El contenido informa que los Israelíes poseen el 10% de los terrenos puestos a la venta a titulo privado en la Luna, según el portavoz de una empresa especializada en este tipo de transacciones citado por el diario Jerusalem Post.
Tom Wegner de la empresa Crasyshop, la urbanizadora del satélite natural de la tierra, cerca de 10 mil judios han adquirido terrenos en la luna, desde el año 2000 y poseen casi un 10% del terreno a la venta.
Ahí la media Hectárea ha sido vendida a 60 dólares, lo que algunos consideran que es un regalo original y una buena inversión de la que sus nietos podrían beneficiarse.
Será que cada ser humano ha negociado su parte de lo que existe en el universo o se trata de una nueva invasión de quienes se sienten todopoderosos?
Temas para el ejercicio del pensamiento.
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