jueves, 25 de enero de 2007

UNO Y EL UNIVERSO

Ese es el título de una de las obras escritas por el Físico argentino, Ernesto Sabato que recomendaría buscar y leer porque, escrito en 1948, marca el retiro de este del trabajo científico en el laboratorio Curié.
A propósito, cada vez, para no pecar de temporalidad, aunque el término es dudoso, cada día, cada hora, minuto, segundo, nano segundo y en el futuro a saber que medición, el ser humano sigue siendo alejado de su realidad.
Se le ha encerrado en la pobreza, miseria, violencia , enfermedad...en fin en la dependencia del ego que actúa según su circunstancia o hasta de la religión o religiones, sectas, doctrinas, partidos y un largo etcétera.
Tanto así que le teme a la naturaleza, a la lluvia, al verano, el frío y no se detiene a observar y disfrutar un amanecer, la salida del sol o sentir el calor del medio día o el atardecer y una noche estrellada o el viento acariciando el rostro.

Todo eso hasta molesta.

Cómo la ardilla del experimento que corre y corre en el rehilete, cree que camina o corre , estando en el mismo lugar. Está convencido que la verdad reside en la ciencia pero no se anima a buscar cómo esta actividad humana es cambiante y con sorpresas que llegan a sembrar mas dudas.

Es como dice el psicólogo revolucionario Karl Gustav Young o sea: “ quien mira afuera duerme quien ve adentro despierta”.

Sería algo así como afirmar que quien se conoce a si mismo conoce la verdad y desde esa perspectiva todo es susceptible de cambiar.
Mas todo esto no figura en el pensamiento de los seres humanos adentrados en el destructor urbanismo.
Como producto de ese urbanismo vivimos con miedo, atemorizados, intimidados, abandonados, solos y nada ni nadie nos puede ayudar....al menos eso es lo que se nos ha infundido.
Desconocemos cómo, observando la naturaleza, podemos obtener verdades que asombrarían a los mas sabios e inteligentes si es que existen.

Circulamos por el centro histórico de Guatemala y vemos, ahora, casas frías, descoloridas con telas de pintura desprendiéndose como consecuencia del olvido y otras a las que se denomina parte del patrimonio histórico y cultural pero que son solo terrenos llenos de montes que bien podrían ser remozados, sin incluir las llamadas flores bonitas.

Esta, por ejemplo, la casa que del patriota José Córdoba mas conocido como Cordobita en la 12 avenida y 7ª. Calle que en lugar de prestarse a ser convertido en un urinal podría ser protegido, con trabajos que brinden un mejor escenario y acomodar las plantas naturales que ahí prosperan.
Que razón para distraer la vista pueden ofrecer esos vetustos edificios sino solamente influir en el ánimo de que hasta sirven como guaridas para delincuentes.

Todo eso contribuye nada más a fomentar nuestra desgracia infundada pues se nos ha enfermado la mente.
Cabe mencionar al respecto lo que afirman estudiosos de la conducta social que como una pirámide afecta, aparentemente, a quienes están en la cúspide en forma menos pronunciada y así, según los niveles mas bajos los mas enfermos.
Dicen, por ejemplo que:
“ Una mente enferma y negativa enferma también el cuerpo.
La calidad de los pensamientos va creando una actitud anímica conforme a dichos pensamientos. Y la actitud anímica genera un estado orgánico semejante, para bien o para mal.
El organismo no se envenena sólo por las toxinas que se ingieren sino también por la calidad de los pensamientos que albergamos en nuestra mente y los sentimientos que anidan en nuestro corazón.
Es necesario higienizar la mente. La salud física depende fundamentalmente de nosotros mismos, tanto por la moderación en nuestros hábitos físicos como por la armonía de nuestra mente y corazón”.

Y para eso no necesitamos convertirnos en unos ermitaños o ascetas como hizo Buda o Juan el Bautista y muchos otros que buscaron realizarse y ayudar a otros a hacer lo mismo pero todo queda, para nosotros como mitos o leyendas.

Por eso es vital la recreación que en el caso de nuestro país pareciera ser un satisfactor objeto de una conspiración porque en lugar de crear más y mejores áreas de recreación se cierran espacios en nombre del destructor urbanismo. De que sirve la jardinización si nunca nos enseñaron por qué el asentamiento donde vive un gran numero de guatemaltecos no permite ni siquiera tener hierbabuena en un bote.

Hemos vivido y seguimos haciéndolo como todos unos exiliados de la vida cuando nuestro cuerpo, nuestro vehículo, por una parte, está integrado de los elementos básicos, tierra, aire, agua, fuego.
Y para quienes afirman que somos algo más que ese cuerpo o vibración de baja frecuencia, es decir, somos una alta frecuencia, también estamos integrados por elementos como la energía y el magnetismo.
De modo que no somos ajenos al ambiente en que vivimos, que incluye los planetas visibles y los no tan visibles y todo cuanto representa o significa la naturaleza y el cosmos.
Hace falta una corriente de pensamiento que sustituya las viejas estructuras avasalladoras, devoradoras de seres humanos y en su lugar algo que le recuerde su verdadera naturaleza.
Hijo de la vida, para vivirla y no para que ella lo mate y le limite su razón de ser a una evolución sin objeto como sería nacer, crecer, multiplicarnos y morir.

Para ello nos hacemos la pregunta: ¿para que nos sirven las estrellas?. ¿Para que nos sirve tanto espacio como parece ser la bóveda celeste y el resto del universo?

Será que nuestra interrelación tiene un objetivo o propósito y que por estar discriminados de ellos no logramos imaginar?

A propósito algunos se preguntan si somos seres humanos teniendo una experiencia espiritual o mas bien es el Espíritu que está teniendo una experiencia humana.

Para no ir muy lejos cabe citar un ejemplo del mundo que vemos: El estudio de las interacciones entre plantas y animales ha sido clave para entender la biodiversidad existente en nuestro planeta.

No hay comentarios: