LA INQUISICION PARA LA DOCTRINA DE LA FE

Sigue viva aunque con otra denominación, muy larga, por cierto.

Aprovechamos la visita de Joseph Ratzinger a Brasil, del 9 al 13 de mayo 2007, un país donde diariamente se registra abandono de las filas católicas y traslado a otras denominaciones calificadas como evangélicas o protestantes para mejor entendernos.

Y la disidencia religiosa de dicha corriente no ocurre solamente en Brasil, sino en todas partes del mundo y no solo entre la feligresía sino en el mismo seno de la organización o monarquía.

En otras historias le hemos referido acera de clérigos como Copérnico, Galileo Galilei, Giordano Bruno, entre otros, han manifestado una realidad que a las autoridades Vaticanas no ha gustado porque les deja sin argumentos para continuar dominando el espíritu humano mediante el miedo, el diablo, el infierno, el pecado; falacias.

Giordano Bruno fue quemado en la hoguera a manos de la Santa inquisición o sea a la luz del derecho penal, asesinado, solo por expresar su pensamiento y no sobredimensionado sino gracias a la observación, la atención y la capacidad para dilucidar entre la verdad y la mentira.

Una capacidad reducida o mermada en el transcurso de la historia, por la cultura del miedo, de la culpabilidad, el estigma impuestos, incrustados primero mediante la espada y la cruz o la cruz en la espada.

Pues bien, cuando decimos que sigue viva, nos referimos a la inquisición que ahora se denomina Congregación para la doctrina de la fe, la encargada de lo mismo solo que ya no tiene posibilidad de usar leña para quemar a quienes rechazan las fantasmagorías revestidas de normas, decálogos, catecismos, doctrina, sacados de la manga como la haría Mandrake, el mago.

Entre mes: Y hemos aprendido en el curso de este ejercicio de libertad del pensamiento, que los sucesos no ocurren por casualidad o al menos por lo que nosotros podemos considerar como tal que para los entendidos, es una ley de la vida que aun no conocemos.

Citamos esto porque, precisamente, Ratzinger fue el jefe de esa congregación o sucedánea de la inquisición, aparentemente, según su biografía oficial, durante un año, 1981-1982.

Para nadie es un secreto que esa monarquía disfrazada de ente tutelar del espíritu, el alma, el cuerpo y la moralidad humana, siempre ha estado aliada a los intereses totalitarios monetaristas, monopólicos que favorecen la iniquidad, el genocidio, el subdesarrollo etc.

Contra esto, y con ocasión de la visita de Ratzinger a Brasil, fue destacada la obra del sacerdote Jesuita Vasco, Jon Sobrino que en sus diferentes escritos, hace un análisis del maestro Jesús desde la pobreza, es decir, desde la victimas de todo y resalta que:

“ la teología no es un saber socialmente neutro, ni históricamente desmemoriado, ni políticamente apartidario, ni éticamente indiferente, sino que responde a un ‘para qué’ y a un ‘para quién’, se ubica siempre en un determinado lugar y responde a un interés”.

Juan José Tamayo, director de la Cátedra de Teología y Ciencias de las Religiones Ignacio Ellacuría en la Universidad Carlos III de Madrid, comenta acerca del clérigo Jesuita:

“Sobrino rescata a las víctimas del olvido y de la indiferencia de que son objeto y las sitúa en el centro de su reflexión. Ellas no ofrecen, es verdad, una solución mecánica a la comprensión de los textos del Nuevo Testamento y de las declaraciones doctrinales posteriores sobre Jesús de Nazaret, pero sí plantean preguntas sobre su significado, desenmascaran las intenciones a veces regresivas de sus autores y expresan sospechas sobre sus intérpretes oficiales, que tienden a poner los textos al servicio de la institución eclesiástica, más que al servicio de los desheredados de la Tierra.
La perspectiva de las víctimas ayuda a conocer a Jesús en clave de seguimiento de su causa, que es «el reino de Dios para los pobres», y a leer los documentos ‘revelados’ en clave liberadora. Aporta luz y utopía, acogida y perdón, al tiempo que esperanza para el presente de las víctimas, y no sólo para el futuro”.

Hay que aclarar que Sobrino ha sido sancionado por la inquisición moderna del Vaticano pues reprocha a Ratzinger, su persecución a los teólogos de la liberación como lo hizo con Ernesto Cardenal de Nicaragua y lo hiciera a lo largo de los siglos de existencia, como apuntamos al principio solo para citar casos como Copérnico, Galileo y Giordano Bruno.

Sobrino como datos para enriquecer su curiosidad también conocida como la madre de la investigación, Es un Jesuita Vasco que se instaló en El Salvador y donde escapó de ser asesinado el 16 de Noviembre de 1989 junto a seis de sus compañeros, Ignacio Ellacuría, Segundo Montes, Juan Ramón Moreno, Ignacio Martín Baró, Amando López y Joaquin López y López y una mujer, Elba Ramos y su hija menor de edad, Celina.

Ese dia, Sobrino se encontraba en Tailandia, dictando una conferencia.

Hay mas sobre la visita de Ratzinger a Brasil, donde afirmó que la evangelización en América no fue una imposición ni fue una alienación de las culturas pre colombinas.
Reaccionaron los pueblos indígenas de Brasil y Guatemala, señalando los comentarios como una visión Eurocentrista de Ratzinger y que el jefe del Vaticano, es un buen teólogo pero faltó a las clases de historia sobre Latinoamérica.

Ratzinger tambien atacó la cultura de los pueblos nativos de América al decir que “la utopía de volver a dar vida a las religiones precolombinas, sobre lo cual está equivocado, no sería un progreso sino un retroceso”.

Por ello, Paulo Suess, asesor teológico del Consejo Indigenista, no gubernamental comentó no saber de donde se sacó eso Ratxinger, o sea, que exista una corriente impulsando reavivar algunas religiones pre colombinas.

Por su parte el comisionado Guatemalteco contra el racismo. Ricardo Cajas, señaló que “retroceso es lo que hizo Ratzinger si ya su antecesor Karol Wojtila, había hecho un mea culpa por la responsabilidad de la iglesia cuando avaló tácitamente una conquista colonialista y racista, decir que no hubo imposición, es una falsedad a la luz de la historia si a los que no aceptaban la “fe” los flagelaban.

Como pueden leer, esto ha ocurrido semanas después que refiriéramos esa realidad de una corriente denominada catolicismo, en artículos anteriores a los que ustedes tienen acceso.